miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL PRIMER DÍA de Marc Levy



Marc Levy (Francia, 1961) llegó a mi vida una tarde del mes de Junio. Un amigo me invitó a esta novela titulada “El primer día” y me escribió la siguiente dedicatoria: “Para Juana, soñadora”. Este amigo, mantiene con los Libros una relación exclusivamente de "cortesía", porque dice de él mismo: que es demasiado práctico para comprometerse con historias tan distantes de la realidad. Sin embargo, no es del todo cierta la opinión que se ha construido acerca de su relación con los Libros, ya que él es un creador, con mayúsculas, que posee una exquisita sensibilidad; privativa solamente de las almas soñadoras. ¿Tal vez, este amigo, represente al editor ideal que todo escritor desea encontrar? Un editor capaz de advertir las bondades de la visión narrativa y proyectarla para que sea leída por el mayor número de personas. De este modo, si lo pensamos detenidamente, el supuesto "editor-ideal" haría posible que el sueño del autor se posara en la realidad y la realidad en el sueño de lo escrito. Creo que es esa la pericia de los buenos editores y, Marc Levy llegó a mí a través de esa idea: sin prejuicios y sin miedos a que fuera una obra leída por el gran público: 
un "best seller"


Hoy os invito a recorrer el mundo en busca de una respuesta. Os invito a convertirnos en “buscadores de tesoros”. Será “un camino largo y feliz”. Hoy la invitación que os propongo es la de reparar en la relación que se establece con este tipo de literatura, de alguna manera competente, por el hecho de atrapar a 20 millones de personas en el mundo. Os invito a recordar lo que en Marc Levy existe de Julio Verne. También invito a nuestra memoria sensitiva, a nuestra ternura y a nuestra inteligencia emocional a recorrer el mundo, junto a Marc Levy, para hallar la respuesta a la pregunta:" ¿dónde empieza el alba?"
Es una invitación a la aventura, en donde espero que lleguemos a sentirnos “solos en medio de ninguna parte”. Espero que escuchemos “las confidencias sutiles que la vida nos ofrece en silencio”. Deseo que en la “deformación del tiempo y del espacio” hallemos una finitud menos dramática. Que no esperemos a tener corazonadas para sentir el corazón; que de un “golpe de vista” reconozcamos a los amigos de verdad; que contemplemos el “oro azul” como una solución y no hagamos de él un problema innecesario.
En esta aventura, y sabiendo que la “memoria es tan perezosa como hipócrita”, hemos de evitar retener sólo los recuerdos extremos. Sin “miedo a la torpeza” el anhelo se impondrá al riesgo. Tendremos “días de nimiedades que nos llenaran el alma de melancolía, momentos de soledad que recordaremos durante mucho, mucho tiempo”. Y constataremos que “no se venden las flores cuando están marchitas”, nos asombraremos de “la conjunción de las pequeñas cosas” que deciden el curso de nuestras vidas.


A sabiendas de que “son escasos los que están lo suficientemente locos como para llevar a cabo sus sueños, porque la sociedad, timorata y envidiosa, les suele hacer pagar su originalidad” Nosotros, para contrarrestar el precio de nuestra aventura, llevaremos como guión un aforismo de Einstein: “hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana ( de ésta última decía tener absoluta certeza)”. Es por ello que “los hombres de paz tienen muchos enemigos” porque saben que “la inteligencia es el amor” y nosotros estamos de su parte en esta aventura que es: ¡vivir! No temáis “perder a alguien que hayáis amado (aunque es terrible) pensad que lo peor sería no haberlo encontrado” y proseguid con la aventura de vivir…


¡Os deseo un buen recorrido por el azar…!



 La novela a la que hoy os invito, sin duda se trata del “fenómeno Marc Levy". Traducido a más de 40 idiomas; Marc Levy combina magistralmente la aventura, los viajes, el amor, la ternura, la espiritualidad y el misterio en torno a la Ciencia. El autor reconoce la influencia de Julio Verne en su obra. “Y explicó en la presentación de esta novela que su libro es una "mezcla de géneros", pero al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en las novelas de Dan Brown, aquí los misterios no se sitúan alrededor de la religión y lo esotérico, sino que permanecen en el campo científico”. En la novela, el personaje de Keira trabaja buscando al primer homínido en Etiopía, mientras que Adrián, el otro personaje que procura la luz del amor entre ambos, intenta averiguar cómo nació el universo desde un observatorio en el desierto de Atacama. Sus destinos se cruzan a través de un objeto indescifrable que les llevará a recorrer gran parte del mundo en busca de una respuesta.


Con algunos trazos a lo "Indiana Jones", la novela está planteada también como un libro de viajes; los protagonistas de 'El primer día' recorren "más de 100.000 kilómetros" y van de América a África, pasando por Amsterdam, Italia, España y Rusia hasta llegar a un apartado monasterio budista en la remota China. El planteamiento de los viajes, según el autor, es debido a una frase que le dijo de pequeño un profesor en la escuela y, que él la acuñó en su mente: "Un día, el hombre se echó al mar y avanzó hacia el horizonte, pero el horizonte retrocedía", una cita para explicar la redondez de la Tierra que el escritor reinterpretó así: "Cuando un hombre avanza hacia el conocimiento, el miedo retrocede".


A “El primer día” le seguirá una segunda parte: “La primera noche”, que en España se publicará a principios de 2011. Por ahora, en Francia se lee “El ladrón de sombras”, que intenta dar respuesta a la siguiente pregunta: "Si el niño que fuiste se encontrase con el adulto que eres, ¿se llevarían bien?" 
Yo respondo con el título de su novela más conocida:¡ “Ojalá fuera cierto”!
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