miércoles, 14 de mayo de 2014

LA LADRONA DE LIBROS de Markus Zusak



Hoy os invito a Todos, sin excepción. Propongo que se detengan las guerras, al menos un instante. Que nadie piense que la edad, o cualquier otra accidental circunstancia, puede convertirse en una categoría que nos procure, a su vez, abismales diferencias. Tan sólo la ignorancia nos ofrece tales desigualdades. La ignorancia acerca de nosotros mismos, y de los otros. La guerra es un acto de ignorancia, pero no el único. 

"La ladrona de libros", me la regaló un amigo que me conoce bien. Un amigo que sabe que no tengo prejuicios ante la letra impresa. Era una mañana de primavera, del año 2009. Y cuando llegó del kiosco de prensa, con él en la mano, deseé que tuviera algo urgente que hacer y que me dejara sumida en la lectura de aquella historia. Y así aconteció. Mi amigo tenía algo urgente que hacer y me lo había comprado para que, entre tanto, lo esperara. No hubo mejor espera. Ya os he dicho que me conoce bien. 

En "La ladrona de libros", la Muerte, cobra protagonismo, es testigo de la locura humana que es la guerra. Liesel Meminger, la niña, el personaje principal de la historia que nos narra Markus Zusak, se va curando de esa locura, que soporta en un pueblo de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, leyendo, memorizando, leyendo, memorizando, una y otra vez, y fascinada por todas y cada una de las palabras que aprende y por todas y cada una de las historias que encuentra en aquella inmensa biblioteca, ahora prohibida. Biblioteca a la que acude a "tomar prestada su sanación", acude a leer. 

 Advertid que siempre que quieren arrebatarnos algo en nombre de la libertad y de la paz, queman libros. Los prohíben. Sí, no podemos fiarnos de las personas que no sienten nada cuando se quema, o se prohíbe un libro. Esas persona nos traerán desgracias... 

Después, en 2013 se hizo una adaptación cinematográfica de la novela, dirigida por Brian Percival y protagonizada, entre otros, por Sophie Nélisse, Geoffrey Rush y Emily Watson. He de decir que estuvo a la altura de la novela. También me gustó la película, aunque hubo matices que no contempló. 

 Hoy os propongo una invitación al asombro, una invitación que os sanará de la más terrible de las tragedias. Pero para ello debéis soportar la Vida, como la natural expresión de lo que somos... 

¡¡¡Disfrutad de las palabras de la Vida mientras llega la Muerte!!!



Acerca del argumento:

 "La primera peculiaridad de esta novela es su narrador, mejor dicho, su narradora: la Muerte. Ella es la que nos cuenta en primera persona la historia de Liessel, una niña alemana que descubre durante la segunda guerra mundial el placer de la lectura y el horror de la guerra. Sé lo que estás pensando: “¡Oh, no! Otra novela sobre el tema del Holocausto”. Y es que parece que este tema, a nivel literario al menos, vuelve a estar de “moda”. Pero, aunque trate este tema habitual, lo hace desde una perspectiva peculiar. A diferencia del “Niño del pijama”, la “ladrona” cuenta los horrores de aquellos que vivieron la segunda guerra mundial como ciudadanos normales que trataban, en la medida de lo posible, de seguir con sus vidas mientras lejos se desarrollaban unos acontecimientos dramáticos. 

Ése es el caso de la familia de acogida a la que llega Liessel. Una serie de personajes entrañables pueblan las páginas de esta novela: Rudy, el niño con el que Liessel entabla una gran amistad, que está obsesionado con Jesse Owens; Max, el ex-púgil judío que permanece escondido en el sótano; Hans, el pintor de brocha gorda y músico aficionado que ejerce como padre de Liessel; Rosa, la madre de acogida perpetuamente enfadada; la mujer del alcalde, y un largo etcétera, en el que destaca por encima de todos Liessel, la niña protagonista, rebautizada como la “ladrona de libros”. 

En esta novela encontramos el amor por la lectura (y también por la escritura) que el autor siente y que nos transmite a través de su protagonista, esa niña que recoge todos los libros que encuentra y que convierte en sus posesiones más preciadas. La lectura de esos libros tendrá un poder positivo sobre ella y sobre otros habitantes de la pequeña población. 

Con una narración ágil, a veces cortante y seca -como no podía ser menos, tratándose de la Muerte-, y otras veces, poética, Markus Zusak usa el recurso del flash-forward, que al contrario que el flash-back (que nos muestra hechos transcurridos en el pasado), nos muestra un futuro que todavía no ha sucedido, amparándose en los conocimientos venideros que tiene esta narradora excepcional. Este detalle puede molestar a algunos lectores, por el destripe de información, igual que otro recurso habitual: los incisos que efectúa cada dos por tres la narradora escritos en una tipografía distinta. Aunque al principio se hacen raros, rápidamente el lector se habitúa a estos incisos y comprende que forman parte de la manera en que está narrada esta historia. Y si llegáis al final, tened pañuelos a mano, porque “la ladrona” os robará el corazón"
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