martes, 5 de diciembre de 2017

SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE AUTOR de Luigi Pirandello



Hoy os invito a un bello e interesante juego: «Seis personajes en busca de autor» de Luigi Pirandello (Agrigento, 1867- Roma, 1936). ¡De nuevo os invito al teatro! Esta obra, en sus distintas adaptaciones y siempre que he tenido oportunidad, no me la he perdido ¡Imposible! ¡Dejar de asistir a su representación me contraría sobremanera! 

Naturalmente no todas las adaptaciones me han parecido maravillosas, pero como la obra, en mi opinión, es prodigiosa, nunca me han decepcionado. Tras la representación me quedo días cavilando, buscando palabras para una idea o sentimientos para las palabras y viceversa… Al pairo, sí, me deja al pairo hasta amarrar mis emociones al abrigo de algún puerto. ¡Y ese efecto se me antoja sublime! 

 Esta invitación al teatro, es bien distinta. En esta ocasión, no podemos olvidar que somos «personajes en busca de autor». De tal modo, que pretendemos que sobre el teatro, nuestra existencia, real o falsa, sea interpretada por nosotros mismos. ¿Aceptáis? ¡Gracias! ¡Nadie saldrá ileso! 

Nos presentaremos ante un director, irrumpiendo en pleno ensayo de una obra que está preparando para estrenar, con el propósito de captar su interés  para que nos dirija como actores, desbancando a la obra y a «los actores de verdad», con la intención de interpretar nuestra vida, nuestro drama, sobre las tablas, como auténticos personajes que aspiramos a otorgar ficción teatral a nuestra historia. 

Nada obedece a una lógica externa, pues cada uno hemos de contar-interpretar, con una aparente «espontaneidad», aquello que nos atormenta o nos libera. 
Sin embargo, sí existe una lógica interna: la igualdad diferente de los seres humanos, propia de su condición. 
Todos tenemos la misma forma, pero todos somos diferentes; cada persona somos muchas personas, y vamos evolucionando y cambiando con el paso de los acontecimientos. 

Y tras lograr representar la obra, nos preguntaremos si la hemos representado. Nos despojamos de la máscara...  ¿Ciertamente hemos tenido un director?  ¿Qué sentido tiene? ¿ Todo es engañoso? 
¿ La naturaleza humana es tan imperfecta como frívola y caprichosa? 
¿El dolor y nuestra sensibilidad son dos constructos vacíos?¿ Palabrería propia de demagogos?... 

Y todo comenzará a girar en derredor, sin apenas dejarnos aire para respirar… 
¿¡Somos las sombras de nuestra propia vida!?¿¡Matamos al personaje o eliminamos la escena que no nos gusta?!...¿ Nos revelamos ante ello?... 

El tramoyista deja caer el telón… 

 ¡Abrid los ojos! 

¡Qué gran teatro es el mundo! 



 LO QUE SE HA ESCRITO ACERCA DE LA OBRA 


«Esta obra no tiene ni actos ni escenas, pero tiene tres momentos diferenciados. Se interrumpirá en dos momentos claves, la primera vez cuando el personaje de Padre y el Director marchen del escenario al camerino interesado por la trama de la historia de los personajes, y la segunda vez cuando por una equivocación del Tramoyista el telón cae de verdad. 
Parte Primera: La obra comienza en el escenario de un teatro en el cual comienzan ha aparecer los actores y actrices de una compañía que acuden a un ensayo de la obra que van a representar. 
Al llegar el Director éstos comienzan a ensayar la escena que les tocaba, curiosamente representan una comedia de Pirandello, el propio autor de seis personajes en busca de autor. A poco de comenzar el ensayo irrumpe en el teatro por el patio de butacas un grupo de Personajes (el Padre, la Madre, la Hijastra, el Hijo, el Muchacho y la Niña) guiados por el portero del teatro que les lleva hacía el Director. 

Estos personajes estaban buscando un autor para su drama. Después de varias discusiones con el Director el Padre consigue que éste le escuche y explicarle su historia; que no es más ni menos que eran personajes de un drama, pero su autor no quiso o no pudo llevarlos materialmente al mundo del arte. Los personajes astutamente dejan ver poco a poco sus sentimientos de unos hacía otros creando un clima de cierto interés por la compañía. El Director escuchó la siguiente historia: El personaje del Padre estaba casado con la Madre y tenían un hijo. El Padre tenía un secretario muy leal que se llevaba muy bien con la Madre, hasta el punto que sin maldad se entendían mejor que la propia pareja. Cierto día el Padre lo despidió para alejarlo de ella, pero la Madre al poco tiempo se sintió desorientada y vacía. Al observar esto, el Padre decidió echarla de su casa, porque no aguantaba verla tan triste y la llevó con el otro hombre. 
El Padre decidió que el hijo que tenían en común debía dejárselo a un ama de cría campesina para educarlo. La Madre y el otro hombre se fueron de la ciudad. El drama comienza cuando murió el ex-secretario (padre de la Hija) y esta nueva familia cae en la pobreza, obligados a volver a la ciudad de donde procedían. La Madre trabajó como modista para una tal Madama Pace, una modista de altos vuelos, que aparentemente ofrecía sus servicios a damas elegantes, pero en realidad eran estas damas la que le ofrecían a ella el servicio en una casa de citas. Fue allí donde se volvieron a encontrar el Padre, la Hijastra y la Madre, ya que él era cliente de esa casa de citas y Madama Pace obligó a la hijastra a trabajar para ella, excusándose en el mal trabajo de los modelos hechos por su madre. 
Dio la casualidad que el Padre iba a citarse con su hijastra sin saberlo; dado el largo tiempo de su ausencia, no la podía reconocer. Fue entonces cuando la Madre los encontró y el drama se disparó. El Padre finalmente los acogió como si de mendigos se tratase en su casa con su Hijo, que había vuelto hacía tiempo. 
El Director interesado en el drama accedió a ser el autor y ofreció al Padre a ir a su camerino para detallarle las escenas. El director deja un tiempo de descanso para los actores. 

Parte Segunda: Esta segunda parte empieza con las instrucciones del Director para acomodar el escenario a las exigencias de la Hijastra y de la situación en la que ocurrió la escena del encuentro del Padre con ella. 
El Apuntador pasa a ser el taquígrafo para recoger los diálogos de la escena. El Director muestra su intención de representar el drama con sus actores y no con los personajes, lo que indigna a éstos, que defienden sus ideas de que no hay nadie mejor para representar su drama que ellos mismo ya que son los que lo han vivido, y para lo que han sido creados. El Padre consigue crear un escenario parecido a la escena donde ocurrió y logra que Madama Pace se presentase en el teatro para que recogiesen los actores su papel. Al entrar Madama Pace en el escenario la Madre comienza a chillar angustiosamente por todo lo que les hizo en el pasado, la tienen que apartar para que el Padre y la Hija representen la escena con Madame Pace. 

Al acabar de representar la escena, son los actores los que tomando sus papeles representan la misma escena bajo la crítica mirada del Padre y la Hijastra. Éstos acaban por interrumpir el ensayo y deciden representar la escena del dormitorio para provocar así la impresión del Director y que les dejase interpretar la obra. Con esta escena acaba el primer acto de la obra (de los personajes), y a su vez acaba la Segunda Parte con el error del tramoyista al bajar el telón. 

Parte Terceraª: Esta última parte arranca con el segundo acto del drama, la acogida en casa del Padre de la familia. En el escenario, el Director sólo quería representar el huerto de la casa, cosa que era desvirtuar el drama porque el Hijo siempre estaba distante de la familia mostrando su indiferencia hacia ellos. El Padre no dejará de mostrar pensamientos al Director de su realidad de personaje ante la realidad de los actores lo cual acaba en enrevesadas conversaciones más bien filosóficas que artísticas. Se reanuda otra vez la narración de la historia por medio de la Hijastra que muestra los sentimientos de su familia al llegar a esa casa. El hijo intenta marcharse del escenario pero un extraño poder le impedía marcharse, estaba obligado a realizar la escena con su madre en el Huerto, era como si algo les obligase a los personajes a estar juntos, su misión, para lo que habían sido creados, era representar su drama aunque se odiasen unos a otros. Pero al intentar representar la escena ocurren cosas extrañas, el Muchacho ante la insistencia de la Hijastra en que representase su papel empuña una pistola, se vuelve a colocar tras los árboles del escenario y se reanuda la historia. Ahora la Madre cuenta como entró en la habitación del Hijo y éste se marchó. Vuelve a interrumpirse la representación ante la negativa del Hijo que acaba por discutir con su padre. Tras la discusión comienza el desenlace de la historia: El Hijo al marcharse de la habitación se dirigió al huerto y en la alberca vio a la Niña ahogada en la alberca, corrió a salvarla pero se detuvo al ver al Muchacho contemplando a su hermana ahogada se dirige hacia el pero... (en el escenario se oye un disparo). 

Los actores y personajes acuden a ver qué ha pasado, creen que no es real pero el Padre si sabe que es real. El Director piensa que todo es falso y decide marcharse del teatro, se apagan las luces y cuando se está marchando aparecen detrás del decorado las sombras de los personajes menos las del Muchacho y la Niña. La Hijastra saldrá corriendo del escenario riéndose a carcajadas. Respecto a la primera cuestión significativa, podemos observar que la obra no respeta un argumento lineal, es como si las acciones no tuviesen un sentido lógico unas detrás de otras. Esto tiene explicación porque Pirandello pretende romper con esa idea clásica de que todo tiene que tener un orden lógico y defiende que la obra tenga un ritmo interno, como guiado por los sentimientos de los personajes, aunque en la realidad sea poco lógico. En esta obra casi todas las acciones están regidas por los sentimientos de los seis personajes que se muestran entre ellos, odio, rencor, humillación, desdén, remordimiento, entre otros. También existe una ruptura del espacio, la obra se desarrolla dentro de un teatro, como si fuera teatro dentro de un teatro; en el teatro está permitido romper las leyes lógicas, en la vida real no, esto hace que haya veces que no se sepa si los personajes están actuando o no. En este punto coincide con Brecht en la idea que tenía de teatralidad dentro de la escena, y que cada escena está en función de la siguiente. 

Por este aspecto y sin desviarnos mucho el teatro de Pirandello se acerca al teatro expresionista con los juegos de luces, las máscaras que deben de llevar los Personajes para diferenciarse de los actores, y la ruptura con el teatro épico. Respecto a la segunda cuestión, la búsqueda de Dios, Pirandello la muestra claramente con el ejemplo de los personajes, creados por un autor que al final no los ayuda a poner en escena, parece que quiere decirnos que a los personajes los crea el autor, y al autor lo crea Dios; ¿Quién determina la existencia de la creación? En este punto coincide con Miguel de Unamuno, el cual también sentía esa preocupación por la búsqueda de Dios (en su última etapa cuando cae enfermo su hijo). Los dos eran filósofos y hombres de una mente compleja. Los dos tenían una amplia visión del mundo (viajaron mucho, voluntariamente o no) y habían sido influidos por muchos escritores y pensadores. Unamuno en su obra “Niebla” al igual que Pirandello crea la obra a partir de los acontecimientos que le va sucediendo al personaje (Augusto Pérez) y también coincide en que el personaje se revela al intentar su creador darle muerte marchando a Salamanca a ver a Unamuno, su creador. Pirandello al igual, no le da muerte física, sino teatral al no llevarlos a escena, y si un personaje no se materializa en una obra “muere”. Aquí Pirandello hace un teatro existencialista. Para entender un poco este conflicto nos podemos basar en el Formalismo Ruso como ejemplo, que empezó a estudiar el lenguaje, pero no sólo centrándose en el significado de las palabras como se estaba haciendo hasta el momento, sino también analizando la formación de la palabra y los fonemas. En la gran diferencia que hay en el significado de dos palabras como por ejemplo “caso” y “paso” y sólo se diferencian en un fonema. Pirandello coincide con el “relativismo” y con varios pensadores en esta idea, como Nietzsche o Bergson». html.rincondelvago.com/seis-personajes-en-busca-de-autor_luigi-pirandello.html
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