domingo, 16 de diciembre de 2012

LA ELEGANCIA DEL ERIZO de Muriel Barbery




Hoy os invito a vencer los prejuicios con la obra de Muriel Barbery: "La elegancia del erizo". Publicada en 2006. Premio de las Librerías francesas en el 2007 y adaptada al cine en 2008. No se trata, por tanto, de una novedad editorial ni fílmica. Pero si se trata de una obra deliciosa, que ha estremecido a los lectores más jóvenes y a los más veteranos. Y que, del mismo modo, hace tiempo deseaba compartir con todos vosotros.

A mi vida llegó a través de un amigo, conocedor de mi alma infantil. Si bien, a este amigo la novela le había decepcionado. Después mantuvimos largas tardes de café y palabras acerca de la belleza interior, de la soledad, de las apariencias y de los prejuicios. Y creo que, finalmente, se enamoró de la señora Renée. Aunque, todo hay que decirlo, le costó confesarlo. Y es que, al cabo, estas son las sublimes sutilezas de la amistad cuando hay libros de por medio. 

 En palabras de su editor: "El libro narra la historia de una mujer que oficia de portera. Bajo una apariencia simplona e inculta, Renée esconde algunos secretos, como leer libros de filosofía. En el mismo edificio vive Paloma, una niña de doce años dotada de una inteligencia extraordinaria, que rechaza el mundo de los adultos al punto que ha decidido suicidarse en su cumpleaños número trece" 

 "La portera, de cincuenta y cuatro años, desde hace 27 trabaja en el Nº 7 de la calle Grenelle; es viuda, tiene un gato llamado León -por León Tolstói. Le gusta la música clásica, en particular Gustav Mahler. Como encuentra que la vida es una vulgaridad, a partir de la aparición de las cintas de VHS y luego de los DVD, ve habitualmente Muerte en Venecia. Lee filosofía. Fue la hija de un don nadie, sin belleza ni encanto, sin pasado ni ambición, sin don de gentes, sin esplendor. En su infancia fue una niña apática y casi minusválida, tan cargadas de espaldas que casi parecía jorobada. A los 12 años dejó el colegio para trabajar en casa y en el campo con sus padres y sus hermanos. A los 17 se casó con Lucien. Se describe como una mujer de espalda encorvada, la cintura ancha, las piernas cortas, los pies torcidos, el vello abundante, los rasgos toscos, sin gracia ni contornos. Viene de un pueblito de Puteaux. 

Paloma dice de ella: "tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes." 

 A lo largo de estos años la he regalado, con sumo cuidado, a adultos de alma infantil y a mi sobrina adolescente, Carlota. Y todos convinimos con el señor Ozu, en que la portera era una princesa clandestina y erudita. 

 ¡Visitad los lugares clandestinos! ¡Despreciad las apariencias y venced los prejuicios... Así hallareis a los verdaderos príncipes y princesas...! 



 Os he seleccionado algunos fragmentos

 "Aparentemente, de vez en cuando los adultos se toman el tiempo de sentarse a contemplar el desastre de sus vidas. Entonces se lamentan sin comprender y, como moscas que chocan una y otra vez contra el mismo cristal, se inquietan, sufren, se consumen, se afligen y se interrogan sobre el engranaje que los ha conducido allí donde no querían ir. Los más inteligentes llegan incluso a hacer de ello una religión: ¡ah, la despreciable vacuidad de la existencia burguesa!" ( Pág, 4) "

¿Qué es una aristócrata? Una mujer a la que la vulgaridad no alcanza pese a acecharla por todas partes" ( Pág, 8)

 "Los que saben hacer las cosas, las hacen; los que no saben, enseñan a hacerlas; los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan, y los que no saben enseñar a los que enseñan, se meten en política." ( Pág, 21)

 "Resulta siempre muy perturbador descubrir un hábito social dominante allí donde uno creía ver la marca de su propia singularidad. Perturbador e incluso decepcionante" ( Pág,32)

 "Cuánto mejor sería si compartiéramos unos con otros nuestra inseguridad, si todos juntos nos adentráramos en nosotros mismos para decirnos que las judías verdes y la vitamina C, si bien alimentan al animal que somos, no salvan la vida ni sustentan el alma" ( Pág, 33)

 "Cuando estoy angustiada, me recluyo en el refugio. No hace falta viajar; me basta ir a las esferas de mi memoria literaria. Pues ¿qué distracción hay más noble, qué compañía más distraída, qué contemplación más deliciosa que la de la literatura?" ( Pág, 56)

 "Para eso sirve el futuro: para construir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos" ( Pág, 60)

 "Curiosamente, Marguerite tiene una visión intelectual del amor, mientras que yo soy una romántica empedernida. Ella ve en el amor el fruto de una elección racional (en plan www.nuestrosgustos.com), mientras que para mí nace de una pulsión deliciosa. En cambio estamos de acuerdo en una cosa: amar no debe ser un medio, sino un fin" ( Pág, 93) 

 "Y me he dicho: si uno puede fingir que ignora que tiene una mano derecha, ¿qué otra cosa puede fingir que ignora tener? ¿Se puede tener un corazón negativo, un alma hueca?" ( Pág,106)

 "Recuerdo esa lluvia de verano. Día tras día, recorremos nuestra vida como quien recorre un pasillo" ( Pág, 113) 

 ¿Qué guerra es esta que combatimos, seguros de nuestra derrota? Aurora tras aurora, extenuados ya de todas las batallas que aún están por venir, nos acompaña el espanto del día a día, ese pasillo sin fin que, en las horas postreras, será nuestro destino por haberlo recorrido tantas veces" ( Pág, 147)

 "Ahora ya sé lo que hay que vivir antes de morir. Bien: se lo puedo decir. Lo que hay que vivir antes de morir es un aguacero que se transforma en luz" ( Pág, 155)
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