domingo, 10 de mayo de 2015

LAS UVAS DE LA IRA de John Steinbeck


Hoy os invito a un compromiso, os invito a una novela y a una película: “Las uvas de la ira” dirigida por John Ford y basada en la novela de Steinbeck. El compromiso al que os invito consiste en algo sencillo: que al leerla o releerla y /o visionarla, según el caso, os detengáis, tan solo un instante, en el tiempo del pensamiento. Os detengáis en el hambre de los otros, en la injusticia que padecen los otros, os detengáis en los juegos de los niños que no pueden jugar y en los miserables que hacen posible que en el mundo ocurran estas desgracias. Porque esos miserables no son anónimos. Saben lo que hacen, pero no les importa. 

Será una “Ruta 66”, que os dejará una estéril sensación, una sensación de cómplices por inacción. No importa. Desechar la culpa de vuestras conciencias, la culpa no sirve para dar de comer a los que no tienen nada. Ni para abrigar del frío a los desheredados. Pensad que en la indignación no existe la esperanza de la ira. La ira trata de bailar un vals con nuestras vidas, la indignación no es más que un baile de máscaras. 

Y arrancado el compromiso a vuestro corazón, y tras ese instante detenidos en las esquinas del pensamiento, volverá la sincera y franca tristeza a vuestras conciencias, ahora ya sin culpa, una conciencia libre por saberse parte de un compromiso, alejada de las miradas de soslayo, de las tormentas de verano, de los remedios caseros, que hablan de una felicidad infeliz y absurda. 

Después ya nada será igual… Porque os miraréis de frente, cara cara, sin más afeite que el del anhelo de una fraternal armonía entre los habitantes de la Tierra. ¿Una utopía? Tal vez. Pero no existe en ella ni un ápice de cobardía. 

Os deseo que en esta ocasión vuestra experiencia por la “Ruta 66”, que va en busca de trabajo, en busca de un techo donde vivir y de una tierra donde morir, no os deje desempleados. 

¡Gracias por aceptar el compromiso de poner ira en vuestras conciencias y, gracias, por deshaceros de la inútil y falsamente redentora culpa! 




 LO QUE SE HA ESCRITO ACERCA DE LA NOVELA 


“Distinguida con el Premio Pulitzer en 1940, Las uvas de la ira describe el drama de la emigración de los componentes de la familia Joad, que, obligados por el polvo y la sequía, se ven obligados a abandonar sus tierras, junto con otros miles de personas de Oklahoma y Texas, rumbo a la «tierra prometida» de California. Allí, sin embargo, las expectativas de este ejército de desposeídos no se verán cumplidas. Entre las versiones cinematográficas que ha conocido esta novela destaca la memorable protagonizada por Henry Fonda y dirigida por John Ford” Alianza. 

“En las uvas de la ira se narra la historia de una familia de granjeros del Medio Oeste de EE.UU., Oklahoma, los Joad – cuyo hijo Tom, el segundo, vuelve a casa, con la libertad condicional, después de estar cuatro años en la cárcel por un homicidio involuntario, tras una pelea - que, como tantos otros se ven obligados a abandonar sus granjas en busca de un mejor futuro en California, en la recolección de naranjas. Ocurre después de la caída de la bolsa de Wall Street, en lo que se denominó la Gran Depresión. A causa de la crisis bancaria miles de familias se quedaron sin sus casas al no poder pagar a los bancos. Además a ello se unió el “Dust Bowl” de Oklahoma, que provocó malas cosechas por la sequía, a lo cuál se unió el uso de los tractores que restaba mano de obra al campo. También les acompañaron la familia Wilson. El camino hacia California a través de la carretera 66, en una vieja camioneta, es largo y lleno de infortunios (el novelista lo compara con el caminar de una tortuga, representado a través de este animal la lucha de la clase obrera). A la familia Joad, incluido el tío John, les acompaña el predicador Casy, amigo de la familia, que ha perdido la fe ya que es un mujeriego. Además opina que lo sagrado del hombre no proviene de un Dios lejano sino de las propias personas. 

En el viaje van perdiendo las esperanzas, al mismo tiempo que pierden a los abuelos que mueren antes de llegar a la supuesta tierra prometida. El hijo mayor de los Joad, Noah decide separarse de la familia para ir a otro lugar a buscar fortuna. Igualmente hace su cuñado, Connie Rivers, a pesar del embarazo de la hermana, a la cual abandona. La madre Joad es la que mantiene unida al resto de la familia. La ira de los campesinos hambrientos crece al ver como los propietarios de los cultivos prefieren dejar pudrirse los frutos antes que recogerlos porque, al parecer, no les es rentable por la carestía de la mano de obra. Los “okies”, como son llamados esos inmigrantes americanos de Medio Oeste por los californianos, son tratados de forma inhumana por los codiciosos terratenientes, al igual que lo fueron por los banqueros. Son hacinados en campamentos y contratados para cubrir el puesto de los trabajadores agrícolas que, en huelga, luchan por unas mejoras salariales ya que, el exceso de mano de obra, había hecho que bajasen mucho los salarios en California. A cambio, los Joad descubren la solidaridad de los que son como ellos. Se ayudan unos a otros para poder resistir y salir adelante en una California que no sólo no era “el cielo prometido” sino que se había convertido en un infierno para ellos. Un lugar en el que ya no cabía la esperanza de una vida mejor. Continúan su camino y por fin llegan a Weedpatch, un campamento del gobierno con buenas condiciones sanitarias que está dirigido por un comité compuesto por las personas que en él habitan y sin policía. Allí viven en solidaridad, realizando trabajos comunitarios. Después de un tiempo, al no encontrar trabajo para todos los componentes de la familia, deciden marchar de allí, llegando al Rancho Hooper (Hooper Ranch). Allí les contratan para la recogida de los melocotones, con un salario más alto ya que, en realidad, con su trabajo rompen la huelga que los otros trabajadores agrícolas han comenzado reclamando mejoras salariales. Tom descubre que uno de los líderes es su amigo Casy. Éste es atacado por antihuelguistas (strike breakers) y es asesinado por uno de ellos con un pick handle (pico). Tom, al defenderse de ese hombre, le mata. 

Él resulta herido. La policía le busca por lo que Ma Joad, su madre, le esconde y decide que han de irse de alli. Pero Tom, decide quedarse y luchar por los derechos de los trabajadores y, a consecuencia de ello mantiene una pelea matando a un hombre por lo que es buscado por el sheriff el cuál, junto con sus policías, siempre vigila a los “rojos” o agitadores, como ellos llaman a todo aquel que reclama mejores salarios. Finalmente los pocos que quedan en la familia parten sin él en busca de ese trabajo que les brinde la oportunidad de una vida mejor, en medio de una gran lluvia. En esta novela también se describe la gran fortaleza de las mujeres a la hora de afrontar los problemas ya que la madre es quién, en un momento dado, toma las riendas. Esta fortaleza la demuestra Rosasharn (Rose of Sharon) cuando, al poco de morir su bebé, alimenta con su leche materna a un niño y a su padre, a los cuales encuentra en un almacén en el que se refugian de la lluvia” Rosa María Castrillo.
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