sábado, 26 de noviembre de 2016

EL OFICIO DE VIVIR de Cesare Pavese


Hoy os invito a leer un diario; irrumpiremos, por tanto, en material sensible: en Pavese y en «El oficio de vivir». Cada uno de nosotros se detendrá en una entrada, en aquello que el autor dejó escrito un día cualquiera; en definitiva, en aquello que pensaba y sentía una persona frente al abismo de sus días. 

Trataremos de advertir, irremisiblemente, lo que existe de nosotros mismos en sus palabras, aquello que habita entre la dermis y la epidermis de nuestra vida. Y, con esa necesaria inclinación al consuelo, dejaremos de pensar sobre renglones apriorísticos. 

Ahondar en algo tan intimo, como un diario, nos producirá pudor y, por ello, lo haremos con la reverencia de las acciones ilógicas. Y así, entre la inquietud y la confusión, caeremos en la cuenta de que la certeza de nuestros abismos también está en aquello que no nos permitimos pensar, ni decir, ni siquiera ese amar sublime, ajeno a cualquier intención volitiva. Porque «en cuestión de amores no se toleran más que los propios». 

El 20 de abril escribía Pavese: « Si tengo hoy clara una cosa, es ésta: cada putada que me han hecho, se ha originado en mi voluptuoso abandono a lo absoluto, a lo desconocido, a lo inconsistente. No he comprendido aún en qué consiste lo trágico de la existencia, aún no me he convencido. Y sin embargo, está muy claro: es preciso vencer el abandono voluptuoso, dejar de considerar los estados de ánimo como fines en sí» 

Y el 10 de noviembre escribió : «¿Por qué pido siempre a mis poesías un contenido exhaustivo, moral, juzgador? ¿ Yo, a quien no le convence que el hombre juzgue al hombre? Mi pretensión no es sino un vulgar deseo de echar mi cuarto a espadas. Lo cual dista mucho de la administración de la justicia. ¿Hago yo justicia en mi vida? ¿Me importa algo la justicia en las humanas cosas? y entonces, ¿por qué la pretendo pronunciada en las poéticas?» 

 Os deseo suerte en esta travesía por los Mares del Sur de Pavese... Porque entre proezas y oscuridades, todos, sin excepción, vamos escribiendo nuestro particular cuaderno de bitácora. 


 LO QUE SE HA ESCRITO ACERCA DEL AUTOR Y DE SU OBRA

 Sin duda, fue una de las grandes figuras literarias e intelectuales de la primera mitad del siglo XX. Cesare Pavese, de cuyo suicidio se cumplen hoy 65 años, fue novelista, poeta y crítico. Su obra cumbre, su diario autobiográfico «El oficio de vivir», puede considerarse una de las más certeras obras de los últimos cien años para entender los sinvivires y las angustias, los sueños y las pesadillas del hombre contemporáneo. 

Pavese, licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Turín, se inició en el mundo literario como traductor de autores norteamericanos como Sherwood Anderson, Gertrude Stein, John Steinbeck y Ernest Hemingway, a la vez que empezaba a desarrollar una importante labor como crítico literario, labor que desarrollaría durante toda su vida a un nivel repleto de excelencia y sagaces comentarios. Eran los años treinta, el joven Pavese, nacido el 9 de septiembre de 1908, en unión de Giulio Einaudi y su amigo Leone Ginzburg, compañero del colegio, ponen en marcha la editorial Einaudi, que será una referencia de la cultura europea en los próximos decenios. En 1935, será detenido por el régimen fascista de Mussolini, debido a sus escritos contra el régimen. En 1936, publica un magnífico poemario, «Trabajar cansa» (1936), pero cuando es llamado a filas decide refugiarse en casa de su hermana. 

Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras muchos de sus compañeros deciden alistarse en la Resistencia, él apenas se compromete, lo que le amargaría durante toda su vida, ya que muchos de sus compañeros morirían en combate o asesinados por los nazis. Eso, unido al trauma de la temprana muerte de su padre, cuando Cesare Pavese tan sólo tenía seis años, y sus infructuosas relaciones con las mujeres (amores no correspondidos) y su desánimo depresivo de por vida le llevarían al suicido en un hotel turinés el 27 de agosto de 1950. Pasados ya sesenta y cinco años de su trágica y desoladora muerte ya se puede mirar su obra literaria, que sobre todo en el terreno narrativo, puede que haya quedado un tanto anticuada. 

Enjaezada en el neorrealismo, sus novelas no siguen tan en pie como los clásicos cinematográficos de ese estilo, como «El Ladrón de bicicletas», de De Sica, «Roma, ciudad abierta», de Rossellini, «Arroz amargo», de De Santis, o «Rocco y sus hermanos», de Visconti. Sin embargo, su obra poética, circunscrita tan sólo a dos libros, «Trabajar cansa» y «Vendrá la muerte y tendrá tus ojos», es extraordinaria, y en concreto, el poema que da título al segundo libro citado es uno de los más conmovedores de la poesía. Escribió Pavese: «Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada». 

MANUEL DE LA FUENTE - Madrid26/08/2015 17:59h - Actualizado: 27/08/2015 13:16h. http://www.abc.es/cultura/libros/20150826/abci-literatura-cesare-pavese-oficio-201508261759.html
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