martes, 27 de septiembre de 2011

EL NOMBRE DE LA ROSA de Umberto Eco

Fue un día especial para mí. Un día de esos que la memoria conserva, imperturbable, entre sus anaqueles de tiempo y olvido. Por eso he pensado invitaros a una fiesta. Porque en una fiesta universitaria conocí a Umberto Eco y a la que era, por entonces, su primera novela: "El nombre de la rosa" ( 1980). Maitines y mucha curiosidad. El resto, imaginadlo vosotros. Bien es cierto que no todas las fiesta son iguales, pero en todas existe el anhelo de un encuentro, de una palabra, de una mirada, justo la que deseamos que nos mire... Pues en esta fiesta tendremos de todo: encuentros, palabras y la mirada, la nuestra, la que cada uno espera....Aquella recién estrenada novela, trataba de un manuscrito, trataba del saber. De custodiar o interpretar el saber, e incluso de destruirlo. El escenario: una Abadía Benedictina en la Alta Edad Media. Y todo se urde para censurar... en la misteriosa biblioteca. Porque, al fin y al cabo, todas las bibliotecas son misteriosas, guardan secretos: libros que amamos, libros que acariciamos, libros que miramos, libros bellos, libros olvidados y libros prohibidos. Prohibidos por nuestro corazón... Porque en la biblioteca de una persona, existe más vida que en su propia vida.  
"El nombre de la rosa", participa de las características propias de la novela gótica, la crónica medieval, la novela policiaca, el relato ideológico en clave, y la alegoría narrativa. "El nombre de la rosa" ofrece distintos puntos de interés: primero una trama apasionante y constelada de golpes de efecto, que narra las actividades detectivescas de Guillermo de Baskerville para esclarecer los crímenes que se suceden en la Abadía Benedictina; segundo, la reconstrucción portentosa de una época especialmente conflictiva, reconstrucción que no se para en lo exterior, sino que se centra en las formas de pensar y sentir del siglo XIV; y tercero, el modo en que Umberto Eco, el teórico Umberto Eco, el ensayista, ha construido su primera novela, escrita -nos dice- por haber descubierto, en edad madura "aquello" sobre lo cual no se puede teorizar, aquello que hay que narrar..."


Disfrutad narrando la fiesta de vuestras miradas puras y secretas... y por favor, no las envenenéis.

"La juventud ya no quiere aprender nada, la ciencia está en decadencia, el mundo marcha patas arriba, los ciegos guían a otros ciegos y los despeñan en los abismos, los pájaros se arrojan antes de haber echado a volar, el asno toca la lira, los bueyes bailan, María ya no ama la vida contemplativa y Marta ya no ama la vida activa, Lea es estéril, Raquel está llena de lascivia, Catón frecuenta los lupanares, Lucrecio se convierte en mujer.Todo está descarriado. Demos gracias a Dios de que en aquella época mi maestro supiera infundirme el deseo de aprender y el sentido de la recta vía,que no se pierde por tortuoso que sea el sendero" ( Pág,12)

"Cuanto más releo esa lista, más me convenzo de que es producto del azar y no contiene mensaje alguno. Pero esas páginas incompletas me han acompañado durante toda la vida que desde ento nces me ha sido dado vivir, las he consultado a menudo como un oráculo, y tengo casi la impresión de que lo que he escrito en estos folios, y que ahora tú, lector desconocido, leerás, no es más que un centón, un carmen figurado, un inmenso acróstico que no dice ni repite otra cosa que lo que aquellos fragmentos me han sugerido, como tampoco sé ya si el que ha hablado hasta ahora he sido yo o, en cambio, han sido ellos los que han hablado por mi boca. Pero en cualquier caso, cuanto más releo la historia que de ello ha resultado, menos sé si ésta contiene o no una trama distinguible de la mera sucesión natural de los acontecimientos y de los momentos que los relacionan entre sí. Y es duro para este viejo monje, ya en el umbral de la muerte, no saber si la letra que ha escrito contiene o no algún sentido oculto, ni si contiene más de uno, o muchos, o ninguno. Pero quizás esta incapacidad para ver sea producto de la sombra que la gran tiniebla que se aproxima proyecta sobre este mundo ya viejo." ( Pág, 399)

" Sólo me queda callar. 0 quam salubre, quam iucundum et suave est sedere in solitudine et tacere et loqui cum Deo! Dentro de poco me reuniré con mi principio, y ya no creo que éste sea el Dios de gloria del que me hablaron los abades de mi orden, ni el de júbilo, como creían los franciscanos de aquella época, y quizá ni siquiera sea el Dios de piedad. Gott ist ein lautes Nichts, ihn rührt kein Nun noch Hier... Me internaré deprisa en ese desierto vastísimo, perfectamente llano e inconmensurable, donde el corazón piadoso sucumbe colmado de beatitud. Me hundiré en la tiniebla divina, en un silencio mudo y en una unión inefable, y en ese hundimiento se perderá toda igualdad y toda desigualdad, y en ese abismo mi espíritu se perderá a sí mismo, y ya no conocerá lo igual ni lo desigual, ni ninguna otra cosa: y se olvidarán todas las diferencias, estaré en el fundamento simple, en el desierto silencioso donde nunca ha existido la diversidad, en la intimidad donde nadie se encuentra en su propio sitio. Caeré en la divinidad silenciosa y deshabitada donde no hay obra ni imagen.
Hace frío en el scriptorium, me duele el pulgar. Dejo este texto, no sé para quién, este texto, que ya no sé de qué habla: stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus". ( Pág, 400)

viernes, 9 de septiembre de 2011

LOS PILARES DE LA TIERRA de Ken Follett


La construcción de una catedral, es la aventura que os propongo. Tocad el cielo con las manos. Mirad hacia la luz y nuestras sombras se disiparán. Nos desplazaremos al siglo XII en Inglaterra, después será Ken Follett (Gales,1949) quien nos guíe por los laberintos de la Edad Media. Nos adentraremos en un mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzarán, estarán con nosotros, con la nitidez de lo que perdura, con la terquedad de lo que es inherente a la vida.
Hace años que "Los Pilares de la Tierra" entró en mi biblioteca, fue uno de esos regalos que llegan sin atisbo de sorpresa, porque se presuponía que era necesario que la leyera y que, además, me gustaría. 
Todos mis amigos de Historia del Arte, pasaron por alto el hecho de que la novela pudiera o no estar excelentemente narrada. Tal vez podría tratarse sólo de un producto del "mercado editorial". Pero nada de esto nos importaba. Lo fascinante, para nosotros, era que estaríamos presentes en la construcción de una catedral gótica. Y sí, realmente fue una aventura compartida, que nos hizo pasar momentos inolvidables: tardes de café y tertulia y noches de vino y rosas. Después, se ha convertido en un "clásico". Uno de esos libros que todo el mundo dice haber leído.


Naturalmente, en alguna ocasión, también he regalado esta novela. Pero he pensado más, al hacerlo, que a la persona le gustase el Arte y la Arquitectura y no tanto, en que pudiera ser un amante de la Historia o un lector empedernido.


Disfrutad con la narrativa rápida y ágil con la que Ken Follet sabe atrapar al lector, después tomaros un respiro y pensad si los árboles no nos han impedido ver el bosque...



"Cuando Follett se embarca en la tarea de escribir "Los Pilares de la Tierra", explica lo siguiente: " Leí varios libros sobre arquitectura y surgió en mí un interés por las catedrales. Cierto tiempo después, se me ocurrió plasmar este entusiasmo en una novela. Era consciente de que debía ser un libro extenso. Se tardaban al menos 30 años en construir una catedral aunque, en la mayoría de las ocasiones este periodo se prolongaba porque se quedaban sin dinero, eran atacados o invadidos. Por lo tanto, la historia trata, de forma exhaustiva, las vidas de los personajes principales. En mi editorial estaban un poco inquietos por un tema tan insólito que, paradójicamente, es mi obra más famosa. También es el libro del que más orgulloso me siento. En él se recrea, de una forma bastante gráfica, la vida del pueblo y de sus habitantes. Es como si conocieras el lugar y a sus  gentes de una forma tan íntima como si tú mismo estuvieras viviendo allí, en la Edad Media"


"Los Pilares de la Tierra" es una novela histórica ambientada en Inglaterra en la Edad Media, en concreto en el siglo XII, durante un periodo de guerra civil conocido como la "Anarquía inglesa", entre el hundimiento del White Ship y el asesinato del arzobispo Thomas Becket. Sin embargo, también se recrea un viaje de peregrinación a Santiago de Compostela a través de Francia y España.
La novela describe el desarrollo de la arquitectura gótica a partir de su precursora, la arquitectura románica y las vicisitudes del priorato de Kingsbridge en contraste con el telón de fondo de acontecimientos históricos que se estaban produciendo en ese momento. A pesar de que Kingsbridge es el nombre de una localidad inglesa real, el Kingsbridge al que se hace referencia en la novela es, en realidad, un emplazamiento ficticio representativo del típico pueblo inglés en el que se establecían mercados en la época"


"El autor sorprendió con esta novela no sólo a sus lectores, ávidos de "thrillers", sino también a sus editores con su contenido y longitud (más de 1300 páginas). Fue publicada en 1989, y se convirtió en el mayor "best seller" de Follett"


"La novela fue incluida en el puesto 33 de la encuesta realizada por la BBC en 2003, cuyo objetivo era encontrar las obras más apreciadas de la literatura británica. Además, fue elegida en 2007 por el club literario Oprah's Book Club"
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